martes, 29 de septiembre de 2020

¿Cómo te sonrio al verte? ¿Cómo se supone debo subir las escaleras sin saber que me esperas al final?

 SEPTIEMBRE 29 2020

El sol me guía mediante sombras hasta las canciones que escuchabas en tu balcón con las manos y sobre todo los dedos fríos que los solías cubrir a medias en tus bolsillos para que cuando te saludara me dieras a saber, al propósito, que querías que besara y abrigara tus manos.
El pequeño banquillo que siempre usabas para acomodarte ante el espectáculo del baile de las olas, tímidas ante tu presencia y demostrándolo, ellas, con una marea suave y callada.
Los comentarios que me relatas transcurridos hasta esa hora de la tarde, mientras yo intentaba no dejar que calles para así asegurar que pueda observar el ocaso en tu presencia y terminar diciendo: "Hace frío en este lugar a pesar del espectáculo de esta vista, entremos por una casaca."
La súplica que entregué a Dios porque tu salud y resguardo no fuera arrebatado en ningún momento que estés mi mente: Le di a Dios un trabajo eterno.

Dedicado a: Las niñas que me llamaron tiernamente "tarado" en su niñez y adolescencia, y por supuesto mi mamá.

(¿Cómo le llevo serenata? Enjambre) - Escrito en alguna terraza con una fría una primaveral brisa costera.

Elmer Yapo


martes, 8 de septiembre de 2020

Lo especial

SEPTIEMBRE 08 2020

Las cosas especiales se ahogan en lo común.
He de conservar el asombro individual ante el caminar de los días, ante la tristeza de la lluvias y la soberbia del mediodía. Ellos son sucesos que suceden desapercibidos y menospreciados, ya que sabemos de su existir constante. Pero imagina un día en que algunos de ellos, resentido por la falta de atención ante su existencia, decida no mostrarse ante ti. ¿Ahí recién te darías cuenta que aunque el reloj avance, no llega el mediodía? ¿O que por más distracciones que busques, el día no transcurre? ¿O que por más inviernos que pase la lluvia se marchó lejos de tu ventana?
Emprender la búsqueda de una cualidad que destaque y que tercamente ponga en cada carta que escriba o profiera en cada presentación mía que dé, es un engreimiento mío con destino a mí, y no por eso es malo.
Un placer culposo resulta delicioso, es mutilar tu existencia por breves momentos y ser la primera persona que observa el universo desde una butaca estelar que está en la fila más a la derecha y en el décimo cuarto lugar.
Busca un placer culposo y sumérgete en la definición que tú mismo rescates al momento de cometerlo. ¡¡Total!! Ten por seguro que las cosas que te gustan no son malas.

Elmer Yapo 

miércoles, 29 de julio de 2020

Llamas, Rosas y Caminos

JULIO 29 2020

No es perturbar. Las ideas en la vida se contagian en cada conversación que uno sostiene de manera insospechada. La llama de la tranquilidad y la felicidad siempre está ardiendo en nuestro interior, pero en muchas ocasiones hay algunos que de alguna manera u otra terminaron extinguiendo su rojo fuego, es así como de manera usual, ellos al no tener esa llama de felicidad, buscan robarlas de personas que aún la conservan, esto es lo preocupante, el ser humano daña sin pensarlo, no está en su naturaleza anticiparse a las consecuencias de sus acciones. ¿No sería mejor tomar prestado la llama por un momento, encender tu fuego interno y luego devolverlo? ¿Por qué el contacto humano siendo tan necesario para la existencia, de manera general, siempre termina dañando? Las personas somos un campo fértil para poder sembrar en nosotros mismo sentimientos tan placenteros como los podamos imaginar, pero no, preferimos robar las cosechas de otros porque nos resulta tedioso e infructífero sembrarnos para mejorarnos.
El trabajo en uno mismo, es lo más bello en lo que uno puede invertir, ya que es ganancia segura para nuestro propio beneficio. Lamentablemente, el gusto del pópulo está en la inasible hambre de mejorarse arrancando con piel y sangre lo que nos falta y adherirlo a nosotros. ¿Por qué esa patética acción es normalizada por la sociedad? Mejorando nuestra personalidad y trato con otros, acrecentamos nuestra valía, y eso hace que uno sea deseo de muchos pero propiedad de ninguno.
Nuestras vivencias son fútiles, lo sé, no hay nada nuevo en la imaginación de las aspiraciones. No hay nada extraordinario en nada, a menos que tú lo tomes de esa forma, es lo magnífico de la vida. El llanto y el dolor de las personas pueden ser por las mismas causas, pero cada uno le da la intensidad que considera se merece. Hoy fui parte una escena particular, estuve haciendo la rutina habitual a la que estoy circunscrito desde ya hace unos meses y vi una rosa encima de la mesa, en la soledad de la sala. Yo al ver esa rosa, tal vez por mi carente contacto con la naturaleza y más aún con los aromas de las flores, me vi en la obligación de contemplar la rosa como si no hubiera otra en ninguna otra parte, la fotografié, la observé, le escribir un poema y luego la dejé ahí.
Mi negativo preludio una vez más tuvo realidad total: ninguna otra persona a excepción mía, tuvo el comportamiento con aquella rosa mi mucho menos el interés alguno en saber por qué al menos estaba ahí.
"Lo que para un hombre es basura... para otros es oro."
Somos insignificantes, pero no te pongas triste, eso es lo magnífico, tú mismo puedes darle a tu vida la mayor importancia que puedas y que nadie te podría aconsejar, pero recuerda, solo es importante para ti, para otros solo serás un muerto más en las estadísticas de la tasa de mortalidad de cada año.
Es necesario observar la vida como un trayecto irrepetible. Nosotros comenzamos a recorrerlo con el paso normal, ligero y estándar con el que se requiere partir de ahí, ya es decisión de cada uno si decide retrasar un poco o redoblar su andar, con esto entiéndase que al adelantarlo, estará acelerando su llegada a la muerte, y al retrasarlo, lo que hace es brindarse más tiempo para vivir.

(El hecho de retrasarlo o adelantarlo, en la vida real, hace alusión a las drogas, las enfermedades, los placeres culposos o las simples peripecias que nos suceden cada día)

Una vez que estamos con el paso adecuado al que queremos, lo que empezará a suceder es que los caminos de otras personas empezarán a cruzarse con el tuyo, ya sea únicamente una intercepción que no tomará más de un segundo, ya sea un trayecto corto en el que ambos anden juntos por el mismo camino, o un trayecto largo, algunos caminarán en paralelo a tu sendero pero jamás se cruzará contigo, algunos tendrán su camino tan lejos de ti que ni siquiera alcanzarás a percatarte de su existencia.

(Las intersecciones o tramos que compartes con los caminos de otras personas, se refiere a los amores y las experiencias que tendrás en la vida)

 Muchas veces habrá personas que se crucen solo por momentos en tu vida pero te harán aprender algo bonito, otras veces habrá personas que caminarán junto contigo por tramos muy largos, de seguro esas personas serán las que te enseñaran a amar, y lo malo esta acá, cuando llega el punto en el que los caminos de ambos inevitablemente tiene que dividirse, lo que tú le pedirás será que se detenga y que tú también lo harás, de esa forma no continuarán por el resto del trayecto que les resta únicamente por permanecer juntos, esto es doloroso pero no es lo correcto. Si tal vez esa persona decide continuar su camino, lo que harás será irrevocablemente continuar el tuyo, pero siempre estarás mirándolo, mirando su trayecto de reojo como si tú no tuvieras uno, observarás con quienes él se cruza o con quienes le toca ahora compartir el camino así como pasó contigo, y no te percatarás de avanzar el tuyo adecuadamente, tal vez para ti también llegue una nueva persona con la que te toca atravesar un largo y nuevo trayecto, pero como tú aún sigues añorando el tramo pasado con alguien, lo que harás reiteradamente será voltear y decirle señalándole: "Mira, yo caminé con tal persona por ese trayecto largo en mi pasado, ¿Lo ves?" De esa forma nunca gozarás las nuevas personas que te acompañarán, y de manera adversa, lo que harás será espantarlos, ya que solo estarás caminando a tu muerte pero mirando al pasado, caminarás de espaldas, si las cosas pasan es por algo, las personas llegan a tu camino en el momento que deben de llegar y luego también se deben ir en el momento que se tienen que ir, no observes con nostalgia los tramos de caminos que compartiste con alguien, sino enfócate en ver que nuevos tramos te tocarán vivir con nuevas personas, tal vez haya tramos aún más largos que compartir con alguien, que los que ya recorriste. 
NO CAMINES DE ESPALDA.

Si no olvidas y dejas de añorar el pasado, no disfrutarás nada con nadie en el futuro, ya que lo único que harás será buscar un reemplazo, y es ahí cuando tu vida deja de tener sentido, es ahí cuando tu camino se ve quebrado y dañino para que al menos alguien se interese en cruzar por ahí.

Elmer Yapo 

jueves, 23 de julio de 2020

Eyes like sunshine

JULIO 23 2020

¿Por qué los maltrato con dubitaciones diarias?
¿Por qué le dedico horas a hacer sufrir algo tan bonito en mí?
¿Por qué me gusta sumergir en tristezas algo que nadie más tiene?
¿Por qué le entrego depresiones fortuitas a las cosas que reflejan mi alma?
¿Por qué lloro tanto?
Por qué visto mis ojos con lágrimas, si son lo más puro que nadie nota en mí, ni siquiera yo.
¿Por qué mis ojos no tienen la importancia que merecen? ¿Por qué los lastimo?
El reflejo de mis ojos es el brillo más hermoso que hay en el mundo. Me siento arrepentido por hacerlos llorar, intentaré ya no hacerlo.

(Everybody's gotta learn sometime - Beck )

Elmer Yapo

sábado, 18 de julio de 2020

El miedo de seguro retornará

JULIO 18 2020

La calidez de un día de verano o de primaria no es nada foráneo al acompañamiento de sentimientos de calma y de sosiego. Prueba de ello llamo al tribunal a las personas más directas y transparentes que pueden habitar con nosotros: los niños. Si se le pide a uno de ellos dibujar un paisaje feliz y de diversión, será inevitable que él en aquel papel dibuje un sol por alguna parte, o tal vez más explícito, lo ponga en medio de toda su obra. Debo confesar mi irremediable relación con el clima y el carácter que puede tener un día y un lugar en mis emociones. Las tardes soleadas, acompañados de un libro entre mis piernas y junto a todo ello, una canción de compases lentos y delicados, me brindan sosiego para poder morir en ese mismo instante. Las tardes soleadas lejos de mi hogar, rodeado de gente que aprieta el paso por cumplir las labores a las cuales están sujetos, me envuelven en un ambiente de descompresión y de descontento por retornar lo antes posible a mi cuarto y poder valorar aquella puesta de sol antes que se despida de mí.
Análogamente, la tristeza de un niño suele ser custodiada en sus dibujos por nubes grises y frías, lluvias, vientos, paisajes desoladores. Yo siento lo mismo en circunstancias que mis ánimos no están lo adecuadamente estandarizados como para permitirme dejar la tristeza en cama. Los días nublados y oscuros por las neblinas no me entregan tranquilidad alguna, son horas que se me vuelven eternas entregándome completamente al abandono y la ansiedad por querer que la noche pase rápido; siento la cama fría y desagradable, en lugar de mantenerme cálido, solo me hace generar escalofríos y bostezos helados; siento la luz de mi cuarto como la hipocresía más grande que se me restriega en la cara, en lugar de alumbra mi alcoba solo hace más visible desde donde comienza la oscuridad y las sombras; veo lo vacío de mi cuarto, antes fuente de comprensión completa a mis ideas y también incubadora de las concepciones más orgullosas que he tenido, como una cárcel fría que necesita una fogata dentro de ella, necesita de conversaciones lejanas que poco o nada tengan de sentido, y que poco o nada me interese entenderlas, que solo me sirvan de garantía para saber que hay gente cerca; el silencio total en las madrugada no es aliado para mi descanso. 
Lo que alguna vez escuché, de mi amigo Moby Dick: el clima de cierta forma condiciona el ánimo de las personas, toma más arraigo en mi forma de pensar.
Hace poco de manera no prevista, tuve que permanecer por las calles de Lima en un noche fría que humedecida las pistas y aceras, al ver las luces de las calles en lo lejano se podía observar el paso de la neblina, y al momento de buscar una persona cercana para sentir que no estaba soñando, no encontré a nadie, no lo podía soportar ni creer, me sentí aterrorizado y urgentemente me moví a alguna avenida que me mostrara señales de personas que hablaran, que respiraran, que caminaran, que hicieran lo que sea. Comprendí que el miedo es insoportable, pero a la vez que la manera de aislarlo es el contacto humano. La tranquilidad en la soledad es exquisita, pero cuando sabes que hay un punto fijo contigo, la idea del desapego total de todo en cuanto nos rodea me parece imposible de poner en praxis, me parece un exceso de oriente.
El punto fijo es de manera similar a entrar a un bosque milenario, temido y olvidado por la mayoría de la humanidad. Las posibilidades de entrar a él llevando conmigo una cuerda fija amarrada a la cintura la cual servirá para orientar mi camino de regreso una vez que este satisfecho de encontrar lo que sea por lo que haya querido entrar, es bastante alta. Pero arriesgarme a perderme en todas aquellas historias y criaturas por las que ese bosque es famoso sin tener forma certera de regreso o manera alguna de comunicar mi muerte ahí dentro, es algo que no puedo permitirme.
De manera similar es la vida, considero que esa interrogante de Perogrullo que dice: ¿Ya cuando vas a sentar cabeza?, se debe a que llega un momento en que necesitas tener esa distracción: la familia, los hijos, un hogar que a su vez te entregará nuevas preocupación en las cuales enfocarte e invertir tu tiempo, que permitirá retardar la consciencia de tu soledad humana en la vida, dando lugar a que llegue primero tu muerte antes de la desesperación de ser consciente que estás solo en este mundo.

Elmer Yapo
(Killer Queen – Queen)

lunes, 13 de julio de 2020

Minayo durmió solo toda la tarde

JULIO 12 2020

No me regales cosas. Regálame lugares. Regálame lugares que no encuentre en mi rutina diaria, para así tomarme la molestia de ir hasta aquel paraje y poder recordarte.
Regálame cosas intangibles: Tu sonrisa, tu alegría, tu amor, porque esas cosas una vez que tú te hayas ido, se irán contigo; esa es la mejor parte, son regalos que no causan dolor.
Son regalos que solo me pertenecen mientras esté contigo.

Elmer Yapo

miércoles, 8 de julio de 2020

Retorno de Querencias

JULIO 02 2020


La plantilla de mi fortuna está, simplemente, mal hecha. Evoco aquel fragmento de un octubre del 2019

***No logro entenderme, mis emociones son excesivamente volubles.
Él sabe que no cuenta con tiempo, sabe que administrarlo es algo en lo que es incompetente y, al parecer no tiene intención de mejorar ese aspecto, de hecho tiene muchas ideas, pero lo que claramente jamás tendrá es la voluntad de comenzar, se queja reiteradamente de su vida, pero como buen ser humano, solo se queda ahí quejándose: Pobre mediocre.

Algo que ha estado buscando desde hace buen tiempo, desde sus 17 años, ha sido una compañía, las compañías que uno añora al momento de ver una trillada película romántica. Esa compañía que según cree él, cual niño en un parque de diversiones, mejorará considerablemente su vida.

No tiene ni el más mínimo ápice de conciencia de lo que es el amor, es de esos idiotas que cree saber más que otros por leer unos cuantos libros y porque se siente, reiteradas veces, incomprendido por la sociedad y por su familia. Es un estúpido más en busca de afecto por parte de otros que aún más vacíos de amor están que él.***

Quiero ser parte de la nada, quiero ser parte de frías calles llenas de relatos contados por sabios impulsos nocturnos, que no son importantes para nadie.
Quiero ser las manos frías y abandonadas de un foráneo entender.
Quiero ser el clima que viste las nubes oscuras y húmedas llenas de disgustos.
Quiero ser el anochecer que a nadie le importa y que se convierte únicamente mío, mío y de mis inspiraciones.
Quiero ser el descampado fuera de la ciudad en que se observa claramente las estrellas.
Quiero ser el refugio de nostalgias mal contadas por chismes irrelevantes.
Quiero ser el espectador del desastre en que se tornan los acérrimos defensores de ideales eterno y totales.
Quiero ser temido y aborrecido ante compañías que actúen contrarias a mis convicciones.
Quiero aislamiento y un estruendoso silencio.
Quiero el memento total de la epopeya que fue cantada aquel día en que nací.
Quiero dibujos con acuarelas inexpresivos y lienzos extravagantes que sirvan para pedir aprobación con sonrisas de complicidad.
Quiero un día olvidado para mi muerte, esos días que la humanidad desperdicia en vicios sublimes y realzantes de vida.
Quiero la pena de nadie y la admiración de ninguno.
Quiero calles reventadas de historias ingenuas, asombrosas y sórdidas.
Quiero ser el alma que yace muerto ante el disfrute de amores.
Quiero amores no memorables, quiero esos que son fáciles de odiar y de aborrecer para así nunca llevar en mente nada que no sea el asombro ante uno nuevo.
Quiero el ingenio de las canciones que me elevan a panoramas únicos en mi mente.
Quiero incomprensión total en mi palabras y atención total a mis miradas.
Quiero ser ajeno a mí mismo y exageradamente fiel a mis ideas, hasta sentirme aterrorizado.
Quiero ser la significancia opuesta a la escasisma de seguridad que delatan mis sememas.
Quiero estatuas que pueda observar en el hostil tumulto y que aún mantengan las marcas de propiedad que les hice cuando estuve ebrio en mis desvaríos noctámbulos.
Quiero la butaca que no me permite observar el desarrollo del largometraje en el que hago mi debut.

Estoy mintiendo, si la observé, la pantalla estuvo negra por 8 horas y 19 minutos. ¡Actuación perfecta!
Elmer Yapo

domingo, 28 de junio de 2020

Disculpa, tengo un invitado. ¡¡Retírate!!

JUNIO 28 2020


Hey, perdón. Pero está siendo completamente inoportuna e incomoda tu presencia ahora.
¿No te das cuenta de la armonía de mi equilibrio mediante mi silencio? 
No intentes mejorarlo, sé que los arreglos saltan a la vista, pero la circunstancia en la que mi amada soledad me ha enamorado, es esta. 
No reacomodes desordenes que están alienados a cada centímetro del cuarto. 
No cambies la estación de radio que amuebla perfectamente cada rincón de este cuarto con colores que no puedes ver, esa estación la he estado persiguiendo por años sin descanso, y ahora la señal es perfecta. 
No te acomodes ni te sientas bienvenido acá, ya que tu sombra está ocupando tremendo espacio al costado de mi escritorio. 
No plasme tu silueta sobre ninguna de mis sábanas, ni te atrevas a firmar algunas de mis noches con tu perfume en ellas.
No sujetes mis manos tan familiarmente, no sabes cuánto dolor me ha costado llevarlas a la temperatura en la que están, ahora que se encuentran gélidas y a la vez privadas de cualquier tipo de caricia, no me causan problema alguno, no te atrevas a abrigarlas y devolverles la vida.
No abras ni cierres las ventanas ni un grado más del que están ahora, es el canal perfecto mediante el cual me siento relacionado con el exterior.
No observes mi ropa pretendiendo dar una opinión sobre ella, son modelos que están descuidados y rotos, lo sé, pero en este cuarto la vestimenta que me preocupa es la que me pongo al dormir, la vestimenta que me acompaña en mis sueños es la única que me obligó a mantener impecable de cualquier arruga o mancha, es la vestimenta con la que me presento ante sueños gigantes e inconmensurables que ningún otro humano a llevado a cabo.
No me pidas que te entregue las llaves ni mucho menos que apunte la dirección que olvidaste percatarte ver cuando llegaste acá, es mi deber principal ahora distraerte y hacerte olvidar todo lo que te he mencionado, no quiero que profieras nada. Quiero que te marches y no regreses. Vi en ti un peligro que me conduce a efectuar un acto pérfido a la comodidad de mis días ahora, por esa única razón, retírate.
Si te permito quedarte, mejorarás todo lo que está acá, y todo te pertenecerá, y una vez más me tendré que ver obligado a retirarme y buscar un nuevo lugar como este. ¿Por qué digo esto? Lo digo por que confíe en muchos que me prometieron acomodarnos juntos en un espacio, pero todo se iba perturbando a medida que pasaban los días, yo no estoy dispuesto a seguir con eso. No creo que tu seas diferente, tienes una marca que lo prueba: tu deseo de quedarte acá.

Elmer Yapo

¿Solo palabras?

JUNIO 23 2020

Deambulaba por las calles por donde estoy seguro lo encontraría, ya que en una oportunidad me dijo que amaba aquel parque poco valorado en una cuidad tan reconocida, aquel parque el cual tenía una pequeña banca cómoda para observar el derrumbe del mundo sin preocupación alguna por nada, esa banca era un lugar privilegiado entre los ancianos y quebradizos arboles, y los vigorosos y modernos edificios que rodeaban ese pequeño espacio de naturaleza que poco a poco era absorbido por la gris acera, y que al atardecer por al menos 4 minutos los destellos naranjas del sol, en las tan comúnmente odiadas canículas citadinas, alumbraban armoniosamente como si ahí fuera el lugar de descenso de algún arcángel. Yo me mantenía indeciso y olvidado debido a mis vacíos y la mente llena de martirios, sobre todo aquellos que sabes que son simples de solucionar pero que también eres consciente que requieres una opinión que venga de cualquier lado, una opinión con fundamento. Tomé coraje y fui a su búsqueda, no lo encontré, tomé aún más coraje y decidí llamarlo, me respondió al segundo intento y de buena manera me dijo que lo esperara donde ya yo sabía.
Luego de un rato hizo su aparición.

— Te he esperado un muy buen rato.

─ Tú sabes. Me llamaste de improviso, no lo esperaba.
─ Cierto, aún así... no te ves agitado.
─ No, estuve a una cuadra de acá.
─ Lo sabía, tú estabas por acá ¿Por qué demoraste?
─ Estuve pensando en si venir o no, y me fui cuadras más lejos mientras lo hacía.
─ Sigues siendo un misterio.
─ Tal vez.
─ Entiendo. Esa es una respuesta tan característica de ti.
─ Bueno. Tengo un lápiz para tomar nota de las preguntas que tengas.
─ La madurez no te ha abandona mientras que a mí me ha citado con una fecha que aún no existe.
─ Yo puedo serle infiel por breves momentos y contarte lo que necesites saber de ella.
— Sí, tengo preguntas que me atormentan y necesito razones para menoscabarlas.
— Perfecto.
— Tengo la sensación de ser insensible a ciertas palabras que usualmente las personas dirigen hacia sus parejas con tanta familiaridad. Siento que mi propia esencia de ser y considerarme aislado de todos, no me permitirá aceptarlas nunca. Ante tal rechazo que muestro no encuentro un consuelo que me brinde sosiego.
— Vaya... Veintiún años, ¿Verdad?
— Eso no ayuda en lo absoluto.
— Amigo, ¿Tú te has enamorado?
— No entiendo la pregunta.
— Simple ¿Alguna vez te has enamorado?
— Por supuesto
— ¿Conoces a alguien más que también se haya enamorado?
— Claro. Todo el mundo alguna vez se ha enamorado.
— Tú mismo te estás respondiendo.
— Bueno me quiero explicar mejor. No pretendo ser pedante, pero, yo soy único. No hay persona alguna que piense o sienta como yo ¿Por qué me debo ver obligado a la deficiencia de mi imaginación y sucumbir a los trillados y ya muy manoseados piropos, promesas, palabras y canciones de todos los demás? No me quiero permitir eso.
— ¿Tú recuerdas a Romeo y Julieta, al joven Werther y Charlotte, al doctor Juvenal Urbino y a Fermina Daza, a Dulcinea y al Quijote? Todos ellos en algún momento se han enamorado y han dicho las mismas palabras al profesar su amor, pero de lo que sí estoy más que seguro es que cada una de sus historia son en contextos y circunstancias distintas, al igual que la intensidad de sus amores que entre ellos mismos compiten por ser el más digno de la palabra amor.
— ¿Ellos expresan su amor de forma similar pero sienten de forma distinta?
— Claro. Tú no estás sintiendo nada nuevo que alguien no haya experimentado, pero lo que sí estás haciendo es escribir tu historia con tu puño y letra junto a la persona que tú quieras poner como protagonista a tu lado. Tú mismo date cuenta de las veces que te has enamorado y se los has comentado a alguien. ¿No te das cuenta que tú mismo también repites cosas que según tú en ese momento eran únicas?
— Pero…
— Si bien la palabra amor y los tantos juramentos inequívocos que se hacen dos seres enamorados son del uso y del conocimiento de todo el mundo, sus sentimientos no son así, y mucho menos las formas en como demuestran ese amor. Tú eres único, pero no porque dejes de ser humano o que sientas emociones que ninguna otra persona haya sentido, sino por la manera en como las expresas.
Las palabras son simples vehículos ineficientes para plasmar lo que sentimos, nuestras actitudes son lo mas fiable para mostrar lo mucho que amamos a alguien.
Si tienes a alguien a tu lado, vive el sentimiento con esa persona y no dejes que una simple palabra que puede ser dicha por cualquiera que no valora su propia existencia, te limite de mostrar lo mucho que tú sientes.
— Ya voy entendiendo.
— Las personas son bellas en su interior, su esencia es una de las 66 mil millones que existen en el planeta, te puedo confirmar que son cosas que se encuentran una sola vez en la vida.
Puede que hayas dicho y jurado amor a personas en tu pasado, ¿No?
— Sí, ahora que lo dices, sí lo he hecho.
─ Bueno, pero también eres consciente que esta vez en la que te estás enamorando sientes cosas nuevas y por lo tanto también aquellas palabras repetitivas que dijiste en esos momentos de tus pretéritos amorosos, ahora en el presente tienen un matiz y una significancia diferente, aquel: "Buenos días, Amor", "Te extraño", "Te quiero", "Me gustas", son palabras nuevas que surgen de tu boca, y más aún, esta vez son para una nueva persona en tu biografía, he ahí lo novedoso de las palabras. Los "Te amo" y los "Te quiero" que brindes hoy en día son originales y nuevos a todos los demás que dijiste alguna vez y también a los que dicen el resto del mundo.
— Sabía que eras la persona indicada para pedirte una opinión.
—Bueno me tengo que retirar, prometí tener un horario para leer y compartirlo conmigo y con mi libreta de poemas, y ya se acerca la hora. Cuídate.

Yo permanecí sentado y vi como él se alejaba dejándome solo, a un paso que no parecía tener apuro alguno de llegar a algún lado, y a la vez vi como sacaba un libro de su mochila para dar inicio a la hora de leer que me comentó. Bueno, no me había dejado solo, me había dejado una charla y un aprendizaje que me brindaron calma y a la vez me hacían compañía en aquella banca del parque.

(Zarpar - Vanessa Zambak)
Elmer Yapo

martes, 23 de junio de 2020

La Fotografía

JUNIO 23 2020


La foto de mi vida será aquella con la que podré resumir toda mi existencia. 
Es esa foto que será impermeable a efectos del tiempo y del desgaste de la memoria, esa foto que contendrá, en sus tan reducidas dimensiones, sentimientos que la humanidad ha sentido por años y años.
La foto de mi vida tendrá un acompañamiento musical que se acoplará al momento en que puedas verla, el bullicio de la sociedad y de sus males serán inaudibles, y solo escucharás la canción que gustes mientras la observes, esa característica tan fabulosa que tienes la foto de mi vida, la adquirió por las tantas veces en que mi llanto le caía mientras estaba yo con los auriculares puestos.
La foto de mi vida será maleable a tus sentimientos en el instante en que la observes, ahondarás en tus penas hasta que te encuentres muy pesado, o realzarás tus alegrías hasta hacerte sentir muy ligero. Si logras verla, verás toda mi vida y sentirás todo lo que sentí, la foto de mi vida será limpia de distorsiones que no me representen, será lo más fiel que pueda mostrar al momento que alguien me pida describirme: así era, así fui cambiando, y así morí.
La foto de mi vida es tomada de una perspectiva que jamás te atreviste a pensar.
La foto de mi vida será observada, olvidada, pero nunca mejorada. 
La foto de mi vida llevará en su revéz una dedicatoria y una frase de la que muy probablemente me haya enamorado irrevocablemente, la podrás leer, solo si tienes la capacidad de inspirarte con cosas ajenas que despiertan nuevos horizontes en tu pensar.
La foto de mi vida aceptará ser tirada, maltratada, ignorada y pisoteada mientras yo esté vivo, ella cobrará alma una vez yo muerto, por ahora solo es un recipiente en el cual complazco enviar mi alma tal vez en un tiempo muy pronto. Una vez yo esté en ella, me dejaré llevar por el viento y aterrizaré en las manos de quien me reciba dispuesto a observarme, inspirarse y luego seguir dejándome volar.
La foto de mi vida será maravillosa, te lo aseguro.

(Kitchen sink - 21 pilots)

Elmer Yapo

domingo, 14 de junio de 2020

Te entregos las armas para que me lastimes

JUNIO 14 2020


Es la guerra de los anhelos.
Es la guerra que la humanidad ha querido ganar por centenios y milenios.
Es la guerra que tienen un campo de batalla en los alzares de los corazones nacidos en sonrisas tímidas de inocentes rosas de un huerto primaveral. 
Es la guerra de las duplas.
Es la guerra de armaduras blindadas y de espadas doradas.
Es la guerra de tácticas ya conocidas pero nunca empleadas.
Es la guerra de los conocimientos nulos.
Es la guerra que solo cesará con tu muerte.
Es la guerra en la cual tu armadura y la de todos está descubierta por la espalda.
Es la guerra en la que necesitas de manera apresurada un aliado.
Es la guerra en la que brindarás tu confianza a otro soldado.
Es la guerra que se gana en par.
Es la guerra en que las mentiras simbolizan que tu aliado se aleja poco a poco del circulo en que pactaron protegerse y da permiso a que otro tenga plenitud para estocar su espada en tu espalda desnuda.
Es la guerra en la que las heridas frescas de tu revés demuestras tu desinterés por encontrar una dupla y te propones ganar solo.
Es la guerra en la cual muchos encargaron sus espaldas a otro camarada y miraron hacia adelante para seguir batallando, y que luego de unos instantes vieron salir por entre su abdomen la hoja afilada de la espada, aquella espada que creían ya conocida, abriendo paso a una terrible hemorragia, y en los últimos instantes que te pertenecen aún de vida volteas a ver a tu asesino, y resulta que es aquel al que llamaste compañero, el que te traicionó, el que empuñó aquella arma con la que te juró proteger.
Es la guerra en la que eres libre un vez muerto.
Es la guerra del Amor.
"Él era el único que podía lastimarme... y lo hizo"
(Escrito por la ideas de un amigo y por el comentario de un amor)

Elmer Yapo 

viernes, 5 de junio de 2020

¡Mi mamá es un sueño perfecto!

JUNIO 05 2020

Mamá, ¿Cómo es que escucho tu voz tan cerca y a la vez la ignoro con tanta facilidad?
Mamá, te he escuchado decir unas palabras en la habitación contigua que parecen haber sido pronunciadas en mis oídos, aquellas palabras me inspiraron y me llenaron de melancolía.
Mamá, tú voz me levantó de un sueño, pero cuando vi tu rostro, por lo linda que eres, estoy seguro que sigo soñando ya que eres un ángel celestial.
Mamá, hoy me siento culpable y sin suerte de ser absuelto de la culpa, por olvidarte mientras caminabas guiando mis pasos.
Mamá, eres la persona a la que debo agradecer por lo que soy ahora.
Mamá, he olvidado protegerte con mis brazos del frío que año tras año sientes aún más fuerte en la espalda.
Mamá, si hay alguna prueba de que Dios pueda existir, esa eres tú.
Mamá, eres la mujer que aprendí a amar sin saber que lo estaba haciendo.
Mamá, aún no me has enseñado como vivir sin ti... Eso es porque eres eterna, ¿verdad?
Mamá, te confieso algo... tengo miedo, siento que aún no sé nada de la vida.
Mamá, no me dejes, mírame a los ojos y date cuenta que aún no estoy preparado.
Mamá, tú eres la mujer y el amor de mi vida.




(Escribí todo esto con lágrimas que caían por mis mejillas) Into the Fields – Foxes in Fiction
(La inspiración vino a mí después de oír: "No cambiaría nada por el amor de mi hijo")



Elmer Yapo 

jueves, 4 de junio de 2020

80 Días

JUNIO 04 2020

¿Cuándo fue que empecé a extrañar cosas que nunca me importaron?
¿Cuándo fue que me empecé a sentirme apresado?
¿Cuándo fue que la muerte se acercó tanto a calle en la que vivo?
¿Cuándo fue que vi la carretera con tanta nostalgia?
¿Cuándo fue que di mi último abrazo en la mitad de un parque?
¿Cuándo fue que vi pasar la tarde en el congestionamiento de las avenidas de mi cuidad?
¿Cuándo fue que decidí perder tiempo caminado entre jirones?
¿Cuándo fue la última vez que me preocupé de llegar tarde y brindar una trillada excusa?
¿Cuándo fue que perdí las ansias por estar en casa?
¿Cuándo fue que dejé olvidada mi bicicleta en un rincón del desván?
¿Cuándo fue que dejé de visitar de manera imprevista a mis amigos?
¿Cuándo fue que olvidé notificar los 20 minutos de tolerancia para un cita?
¿Cuándo fue que mi cuarto se hizo tan familiar conmigo?
¿Cuándo fue que percibí los días tan rápidos e iguales?
¿Cuándo fue que sentí que una aventura inicia con el primer paso que doy fuera de casa?
¿Cuándo fue que empecé a sentir un rechazo, por precaución, por mis amigos?
¿Cuándo pasó esto?

Elmer Yapo

viernes, 29 de mayo de 2020

Inclinación de la cerviz

MAYO 29 2020

Amigo, me presento acá con la mente desprovista de manera alguna de ilustrarte mediante letras.
Me presento con la mirada distraída y ciertos disfuerzos presentes en mis ademanes.
Me presento con una presencia sin autoridad.
Me presento con la disposición de mis convicciones desnudas a tu diálogos, consejos y experiencia.
Me presento ofrendando mi atención y diezmando mi tiempo; la indulgencia que tu persona me muestre lo vale.
Me presento dejando conscientemente olvidado mi asombro bajo mi almohada.
Me presento con vacilaciones que debo ignorar en las repuestas que brinde cuando finalice tu discurso.
Me presento con insinuaciones cautelosas que no comentan perfidias brindando atisbos de interés de mi persona.
Me presento alimentando ansias de conocerte con granos de distancia y sobriedad emocional.
Me presento con un cuaderno que anota tus parrafos y experiencia, yo solo brindo mi puño y leta para expresarte.
Me presento con tendencias a interpretar a mi silueta racional, con las historias que gustes proferir.
Me presento imaginando como será el momento que me presente.
Me presento ante Moby Dick.

Elmer Yapo
Remasterizado 

viernes, 8 de mayo de 2020

¡Gracias, Luis Ángel, Dulce y Miguel!

MAYO 08 2020


Era un día inusual, de esos que él pensó había quedado en el pasado por temor a volver a vivir el tormento que sus sentimientos le causaban, auspiciados por el no entendimiento de las acciones de un amor que, ya para esa fecha, el quería arrancar de la mente.
Sumergido en su propia desdicha, pensando de más, para darse consuelo con algún recuerdo que lo absuelva de la culpa. Recibo una llamada, al comienzo respondió con cierta suspicacia, pues bien él sabía que sus ánimos no estaban para atender a nadie. Al comienzo no reconoció la voz, hasta que escuchó una inflexión vocal que le pareció muy familiar; era aquel primer amor de sus 17 años. Él jamás pensó que esa llamada se podía dar, en cualquier momento de su vida, pues consideró que fue una edad muy temprana para poder sujetar recuerdos memorables.
La llamada fue precisa y justa en el momento adecuado, pues fue como un soporte y un gancho que lo sacó al menos por esos poco más de 3 minutos que duró debido a la interferencia y la baja calidad de red de la zona.
La llamada una vez que acabó, lo dejó a él con un sabor de alegría y de importancia única, pues por allá muy lejos mientras él estaba sumergido en incontables penas y desdichas, había alguien que lo llamaba para preguntarle "¿Cómo estás?", ciertamente la tranquilidad y una concepción de libertad que él en algún momento ya saboreó, le fueron entregados de regreso y se sintió muy cómodo y cálido.
Bueno, como todo sentimiento propio de un humano, y sobre todo el suplicio al que nos sometemos debido a la mente. La tristeza lo volvió a consumir, pero esta vez en un grado menor, pues el mismo se recalcaba de que no podía traicionar y dejar ir aquella alegría que le había sido brindada hasta hace unos instantes.
Al anochecer, después de haber estado en su cuarto toda la tarde derramado lágrimas sobre la cama y sujetándose la cabeza como si el dolor fuera a romperla. Él decidió empezar a dar el llanto de entierro a sus sentimientos, de hecho estaba decidido a que aquella hora que se permitió de pura tristeza y de lágrimas, era suficiente.
Salió a contemplar la noche, se sentó en unas escaleras y se dedicó a observar el cielo nocturno y a sentirse muy pequeño, de hecho él quería seguir llorando pero esta vez en presencia de un ambiente frío y húmedo. Escuchó una voz que le preguntó: "Hola, ¿Qué haces ahí?", era su pequeña hermana que aún era recipiente de tanta inocencia y alegría que no se molestó en alumbrar con su aura de luz a aquel sombrío hermano que estaba sentado llorando cada vez sumergiéndose más y más en el abismo de su pesar.
Ciertamente, él no supo que contestarle pues realmente imploraba por una distracción para su mente y así poder librarse, y no sabía si su hermana tal vez venía a rescatarla por unos minutos de los miasmas del amor, o si era de esas preguntas que se hace por cortesía, en todo caso el hermano respondió de una manera amena invitándola a que lo acompañe, con un fuerte temor a que ella lo rechace y se marche. La respuesta de la pequeña hermana fue favorable. Ella se sentó y le dijo que le haría un reto jugando piedra papel o tijeras. Él aceptó, al comienzo por simple suerte el hermano de 21 años iba ganando a la pequeña niña de 7 años, pero como todo juego de infantes, él quería ver la forma de dejar ganarle a ella, ella fue más rápida y empezaba a sacar y hacer la silueta de una pistola en sus manos, ella decía que eso ganaba al papel, la piedra y la tijera. Él se alegró, y con mucha comparecencia permitió que ella ganara todas las partidas, ya que cada vez que ganaba tres veces estaba en el derecho de dar un ligero golpecito sobre cualquier parte del cuerpo del otro: ese era el reto. Los pequeños e ingenuos golpecitos de ella de hecho no causaban dolor, sino mucha alegría a su hermano, al menos por ese instante él se sentía acompañado de la más sincera compañía. Luego de eso se dedicaron a ver el cielo y a contar las luces de color distinto que les alcanzaba la vista. Ella decía que llegaba a ver formas de letras y le señalaba con el dedo cada letra, "Mira, mira, por allá yo veo la letra K, ¿Tú la ves?,  él hermano ciertamente no veía nada, pero respondía con mucho asombro. Él estaba amando cada palabra, cada gesto, cada respuesta y cada mirada que su hermana le compartía, haciéndolo olvidar su dolor. Hasta que ella dio la iniciativa de contarle a él una historia, una historia que él se juró nunca olvidar: Una historia bastante tierna y con mucha ilusión, de unos gatos que también eran hermano y hermana, el macho de 15 años y la hermana de 20 años. La felina tenía muchos amigos gatos en el vecindario, a diferencia del felino de 15 años, que no era muy sociable. El hermano gato tenía permitido salir los lunes, miércoles y viernes a tomar y al cine. Los martes, jueves, sábados y domingos era turno de la hermana gata, ella salía a tomar con sus amigas del vecindario, se embriagaban tomando agua y el hermano gato tenía que ir por ella para traerla nuevamente a la casa para que a la mañana siguiente los humanos dueños de casa no se percataran de los excesos de la noche por los que los mininos pasaban. Los gatos iban al cine, se compraban ropa, sacaban plata del banco y del supermercado, hasta tenían un parque que disfrutaban, y también les gustaba ver televisión cuando todos los humanos dormían.
Ciertamente el hermano se asombraba de como su pequeña hermana tejía toda esa historia sin confundir detalles y sin cambiar nada de lo que decía.
Ella le trajo a él mucha calma y distracción, justamente era lo que él necesitaba, y fue por mucho tiempo, cosa que el jamás se hubiera imaginado. Ella fue la que tuvo que cortar ese bello encuentro entre ambos, pues ya era hora de cenar y la estaban llamando para que se lave las manos y se sentara en la mesa.
Él veía en su hermana aquellos ojos que aún no son aplastados por las situaciones a las que te enfrenta la vida y de las que él padecía. Él temía ver el día en que su hermana pierda ese espíritu párvulo y que sea tan hostil como se acostumbra en la sociedad.
La noche no acabo ahí para él, pues antes de descansar tuvo una llamada con un amigo que hace un buen tiempo no conversaba, de hecho nunca como en esa noche. Esa noche también, de manera tardía se percato de la plenitud de la luna a sus espaldas, era hermosa y digna de recordarse aquella nostálgica noche.
Miguel, con quien tuvo la última conversación de la noche por teléfono, le comentó de una ocasión en la que tuvo que cortar relación total con un amor pasado, y que fue duro al comienzo pero fue una decisión madura que fue por consenso de ambos y que terminaron asimilando como adecuada con el pasar de los años.
Él se quedó pasmado por tan valiente acto, que ni en sus sueños se hubiera permitido y se prometió intentarlo. Esperemos lo logre.

Elmer Yapo

jueves, 23 de abril de 2020

La caricia de Schopenhouer

ABRIL 18 2020

No, no es de aquellas veces que me siento confiado.
No es de los instantes que desarrollan las expectativas que busco.
Es de las veces que me abruma continuar participando.
Es de las veces que mi pensar no tiene teorías para explicar lo que me pasa.
No, no es de las veces que mis fantasías terminan al despertarme.
No son respuestas que muestren mi pesar a cabalidad.
Es de aquellas conversaciones que sirven a reconsiderar la tolerancia como un tercer invitado.
Es de las pláticas que mutan en confesiones y que dependiendo de los ánimos involucrados, terminan deseándose buenas noches mutuamente.
No, no es de la personas que muestre sus sentimientos como una canción cantada a los albores.
No es de las simples veces que la cortesía me traiciona y me hace someterme a charlas triviales, sino de aquellas en que mi atención se desborda por mi mirada.
Es de esos sentimientos que se atoran ante la compañía de otro, aquellos sentimientos que se digieren fácilmente estando solo.
Es la intención de vaivén que me habla al frente mío tomándome de las manos, y se convierte en mi cómplice para hablarte; luego me abandona y no sé si su retorno sea breve.

Elmer Yapo

viernes, 27 de marzo de 2020

Anhelos Nocturnos Pernoctan

MARZO 23 2020

Evalúo mi conducta, es posible que haya predisposición del tiempo que últimamente me permite reconsiderar mis acciones y las actividades en las que invierto mis expectativas.
Abundan los extensos momentos dubitativos que tienen lugar en el entretanto de cada acción que ejecuto. No recuerdo cuando se hicieron tan familiares conmigo, ahora ya es imposible imaginar algún día sin que aparezcan, de hecho mi cuerpo adquirió una repuesta orgánica a esta misma, que ya sé detectar sin tanta complicación. Es fascinante tener la facultad de reconocer las situaciones que debo excluir de mi vida y también lo es el tiempo que me tomó percatarme.
Una conducta que también suele contemplarme al despertar es tener el atrevimiento de fantasear con tanta ingenuidad con un ser que es desconocido a mi entendimiento. Un ser que tiene esas siluetas negras de características generales en las que las personas con no tanta dificultad pueden dibujarse y apoderarse por completo de ella, como a la vez también pueden salir con la tanta facilidad con la que entraron. El tiempo en que habiten dicha silueta también se ve influenciado por la importancia y el interés que causen en mi psique.
Sinceramente sueño despertarme pensado estar en la compañía de otra persona y también me acuesto de la misma manera. Dormir sujetando ambas manos, tal vez de una manera ya antes realizada por las tantas parejas que se juramentaron amor eterno, pero yo, con un estilo e intención lujurioso, procaz y mundano por un lado de la moneda, y por el otro, un carácter paciente, nostálgico y de una soledad ya acabada. A esto se agrega, la participación de un mantra que lleva por nombre "Contigo" que sucumbe en el dorso de la mano. Respirar delicadamente bajo aquel lazo formado por ambas manos, habiendo ya sido acercados, de manera tenue hacia mis labios y sentir el vaivén del respiro.

Lo súbito del despertar servirá como una alerta de abandono, que perturbará dicha posición ya antes muy agradablemente adoptada. 

Elmer Yapo

Desaciertos Subyacentes a la Conciencia


MARZO 21 2020

No he sido consciente de las veces que me he repetido que soy insignificante y que mi estadía en ese lugar es efímero. Sinceramente creía que sientiendome así y proliferando un rechazo a convencionalismos y pensando que, justamente en el hecho que soy insignificante, resalta ahí mi individualidad y originalidad, soy digno de vivir y de mirar el mundo con unos ojos distintos... la verdad es que ahora tengo razones para reprocharme todo en la cara, tengo motivos para decir que he estado fingiendo. Las ideas que tengo no me pertenecen, si bien soy un recipiente que contiene una parte de todas las personas o momentos que me han tocado experimentar en el tiempo en que sigo vivo, no sé si se pueda llamar originalidad. 
Soy afluencia de otros, soy construcción de otros humanos, esto responde a varias de mis ya planteadas cuestiones nocturnas, tal vez esto explica el afán ganoso que tengo de querer simplificar cosas de mi vida, y cuando las consigo, no tengo ni la más ingenua idea de cómo usar el tiempo ganado. Tal vez esto explica mi sobriedad al referirme a tópicos amorosos, pero cuando llega la praxis reacciono de manera tan mortal, no me refiero a enamorarme y permitir algo de presbicia en mis ojos, sino que cuestiono lo que ya he aprendido; lo pedante de mi actitud se desvanece. Esto no me hace diferente, en lo absoluto, me hace inevitablemente común. 
La originalidad es algo riguroso con lo que siempre intento alinear mi actuar y sencillamente es piedra matriz de la cosas que me procuró realizar. Sé que tengo influencias, me complace llamarlas vertientes, vertientes que desembocan en mí, que me llenan de alegría que lleguen a mi pensár. Recuerdo las palabras de un amigo: "Todos necesitamos fuentes de inspiración, libros, canciones, fotos, paisajes, situaciones, personas" sinceramente esto me trae cierta calma. También recuerdo un adagio ya muy vivo en la mente de las personas: "Lo bueno se imita" Esto no sé si sea tan válido para mí, pero es la excusa que diré en las situaciones en las que me vea involucrado responder parte de lo verídico que puedan ser mis historias.
Estoy siendo una forma de expresión de otra persona, que no sé que tanto se vaya a involucrar en mi vida, espero se tome su tiempo.
Estoy pisando tus huellas, pero con mis propios zapatos.

Elmer Yapo 


Concepciones Impropias y Menoscabos Apacibles


MARZO 17 2020

Hay una persona que me pone en un ya conocido titubeo, que no es característico de un principiante, sino de una costumbre ya bien aceptada. Es de esas personas que siento muy lejano y ajeno a mí, y a la vez muy similar y encantador en su distancia.

No es de su conocimiento la influencia que tiene en mis acciones, o precisando, en las pequeñas cosas que me enorgullezco de haber iniciado hacía ya un tiempo.
La sonrisa que se esboza en mi semblante al leer alguno de sus personales escritos, ya es algo con lo que estoy familiarizado, no es algo que me desagrade, es la razón por lo que los leo.
Poniendo de testigo a la verdad en esta breve declaración, no sé que más cause en mí. No lo conozco aún, no sé cuanta calma traiga él consigo, no sé si pueda ser sutil con mis intenciones de contemplar su rostro.  No quiero perder la oportunidad de conocer parte de su historia, que me hable de él, que me cuente lenta y ocasionalmente fragmentos de su vida.

Pstd: Miguel, aquí me tienes una vez más inspirándome en tu persona, en tu peculiar ser. Gracias.

"Basilio – Costumbres"

Elmer Yapo

jueves, 26 de marzo de 2020

Momentos de Primacía

OCTUBRE 13 2019


Quiero tener momentos aislados de mi comprensión.
Momentos que nadie tenga forma de entender.
Momentos que causen sentimientos que las personas no conocen.
Momentos que las palabras no sirven y no se abastecen para describirlo.
Momentos en que el respiro es lo que quiebra el silencio y da paso a un sublime instante erótico.
Momentos en que dormir es excitante por el hecho de estar consciente de estar a tu lado.
Momentos en que claudico a mi independencia y me obsesiono por ser parte de ti.
Momentos en los que tu rostro es mi mundo.
Momentos en el que pienso lo suficiente que eres para mí.
Momentos en el que juguetear con tu cabello es mi manera de relajo durante la noche.
Momentos en el que siento que no soy diferente... soy tan humano que tomo conciencia que soy frágil y sucumbo ante ti.
Momentos en que sé que no me conoceré ya que mi mente estará en ti, mis sentimientos, mis gustos y mis motivaciones. 

"Te guardo - Silvana Estrada"

Elmer Yapo


Ciudad de los Reyes

SETIEMBRE 09 2019

Un lugar sin dueño
Una mirada sin dirección
Una conversación sin entendimiento
Un olvidado propósito
Un deseo de libertad limitado
Expectativas que desaparecen en lo cotidiano.
Deseo incierto de vida ante un seguro destino desconocido.
Deseo de conocimiento y de dicha, hasta ahora sin atisbos de realización.
Reiterada conciencia de insignificancia ante la indiferente idea de conciencia de vida.
El entendimiento de lo maravilloso es opacado ante ideas triviales de mayor grandeza social.
¿Por qué los deseos son causantes de dicha y desesperación?
¿Por qué la insuficiencia es inherente al hombre?
¿Por qué hay diferencias en lo similar?

Elmer Yapo

Airadas Noches

SETIEMBRE 09 2019

Fatiga ante la incesante marcha del tiempo. Motivaciones desperdiciadas en adicciones narcóticas. Despertar efímero reivindicador de pensamientos, destrozadamente organizados. Creaciones típicas y poco reconfortantes.

Elmer Yapo

La Despedida de Kundera

AGOSTO 13 2019

La imagen entrega:

Abandono de conmoción, sentimientos y afectos.
Sensación ajena a mis remembranzas últimamente familiarizada a mis experiencias, más aún, mis expectativas y relaciones futuras.
Sensación de adquisición total de una abismal soledad, no surgida por el dilema humano de la necesidad de compañía, sino por la actitud característica e impuesta de las personas al no rechazo de las perfidias.
Sensación de dejadez al libre albedrío, no obstante, esperanzada mirada a un logro silencioso para mi disfrute.
Sensación de enajenación y descuadre ante la inhibición de mis pensamientos.
Sensación de aislamiento ante el anhelo de un ser, un ser que no abarca lo esencial, un ser efímero y genuino cada vez más al momento que toma más formas. Un ser que busca alguien con sus características, que tan solo saber que existe me llena de nostalgia y desdicha.

Elmer Yapo

Amena Soledad

JULIO 23 2019


Respaldo la idea: las personas muy propensas a caer en costumbres; no sé si considerar que tener demasiado tiempo para pensar me esté jugando a favor. Suelo jugar con las ideas de la muerte, con las ideas de escasez, o incluso, ausencia de personas que entienda mi ser a cabalidad, acrecentando el razonamiento que debo encontrar la felicidad únicamente involucrando a mi persona, con la idea de cuanto daño me he hecho y que las consecuencias y el tiempo de vida que me pueda quedar son consecuencias directas de dichos actuares y decisiones.

Elmer Yapo
Me atrevo a escribir con poco tono y son el párrafo anterior con el fin de tener en mente lo siguiente:

"La soledad es peligrosa, es adictiva. Una vez que te das cuenta cuánta paz hay en ella no quieres lidiar con la gente".
Carl Lung.

Relación Epistolar

Misiva de Alfonzo:


Es increíble como en tan poco tiempo se puede llegar a sentir tanto por alguien. Por momentos resulta abrumador, nuevo, bonito y nuevamente abrumador. Intento por momentos no pensar y sobre pensar, sino sentir cada nueva sensación. Puede que suene un tanto cliché y cursi a la vez. La verdad hacía mucho tiempo que esto no me pasaba. Y es que con él todo es perfecto.
Siento como las cosas van evolucionando, y es ese momento en que solo quiero que todo continúe por su curso, sin algún tipo de exigencia o condición. 
Mis propias emociones me hacen saber que puedo dejarme llevar por que estoy pisando firme y además estoy siendo correspondido. Él sabe como hacerme reír, sin darme cuenta había entrado a mi cabeza y pensamientos y estoy bien con eso; él sabe que me gusta y me encanta mirarlo a los ojos cuando se lo confirmo, su manera de reír ilumina su rostro y me ciega a mi también. 

"Between me and you - Brandon Flowers"


Apatías Azuzada y Rentables

JUNIO 22 2019


Soy complicado, he ahí el combustible de mi vida. 
Te voy conociendo y siento que debo seguir haciéndolo, pero hay algo que a medida que avanzo me va quitando la ilusión; mis experiencias anteriores.
Quiero conocerte por que siento que no debo hacerlo.
Siento que me encantaría buscar algo serio contigo, siento que mis intentos son débiles cada vez que sigo.
Siento que las personas aburren y eso me hace pensar… ¿Por qué yo no podría aburrirte? Si bien hasta yo me aburro de mí, pero no puedo desligarse ya que soy uno solo, debo perderme para volverme a encontrar. ¿Por qué tú tendrías que aguantarme?
Me sentí especial por cierto momento, pero descartando posibilidades sé que no debo sentirme así, la forma cordial en la que me tratas no debe ser satisfacción para mí.
Siento que has pasado por muchas cosas, no obtengo maneras de acercarme, no encuentro formas de demostrarte mi interés.
Yo siento que las cosas se enfrían, siento que es así, siento que también que no debo desistir hasta por lo menos escuchar un "no".
Siento que quiero contarte mi historia, pero siento que no influyo en ti.
Siento que puedo hacer las cosas bien, siento que hablas con otros, siento que no debo preguntar quiénes son.
Siento que tengo muchas ganas de compartir y que me compartas tus alegrías, siento que no debo acercarme mucho a tu vida.
Siento que eres un ser maravilloso, siento que aún estás enamorado de otro ser fabuloso, siento que mis intentos serán inmaduros y desperdiciados.
Siento que no puedo decidir por ti, siento que tengo muchas ganas de escuchar tu voz, siento que soy invencible si puedo hacerte reír.
Siento que no piensas en mí, siento que me preocupo más de lo común por ti, siento que no debo insistir si eso es así.
Siento que el comienzo fue bueno, siento que el desarrollo está siendo malo, siento que el final será funesto.
Siento que hay un afinidad por descubrir, siento que no podré llegarla a descubrir, siento que esta oportunidad acabe así. 
Siento que un gesto de amor sería fantástico, siento que tus abrazos son cálidos, siento que no podré cobijarme en ninguno de ellos.
Siento que una palabra de tus labios será suficiente, siento que no escucharé lo que pretendo, siento que nunca hablemos de eso.
Siento que puedes contar conmigo, siento que no cuentas con ello, siento que no debo generar más pensamientos. 
Siento grandes ganas de contemplarte, siento que no debo tocarte, siento que ese momento será inolvidable.
Siento miedo ante tu mirada, siento que no soy digno de observarte, siento que mis intentos serán fallidos al acariciarte. 
Siento que tu perfume es muy dulce, siento que aún no te he sorprendido con ningún dulce, siento que eres la persona más tierna y dulce.
Siento que tus caricias son naturales, siento que tus roces me embargaran de emociones, siento que será perfecto ese instante.
Siento que tus preocupaciones son profundas, siento que las palabras sobran, siento dudas en el momento si es que debo darte cortejos.
Siento que tengo muchas ganas de besarte, siento que seré feliz con solo tocarte, siento que hacer el amor contigo será puro arte.


Junio 23 2019

Siento que pierdes el interés, siento que no podré engañarme, siento que debo dejarte.
Siento que me involucro en nuevos líos,
Siento que me estoy engañando, siento que no podre bridarte la totalidad de mí, siento que pienso en otro, siento que tú haces lo mismo, siento que tengo dosis de euforia por ti que no tienen una duración coherente, siento que soy patético en esto, siento que cometo un error al conquistarte.
Siento que estoy confundido.

Elmer Yapo