Entonces... ¿Me permites pensarte?

— ¿Traerme acá fue coincidencia? — Expresó él con una sonrisa traviesa al final —. Ya de antemano él sabía que ir a esa playa no tuvo nada de espontaneo.

— A veces, me da algo de temor que me conozcas de esta forma — Respondí mirando la arena —. Ya que supe que él ya lo sabía y apreté mas fuerte su mano para confirmarle mi astucia.

— No hace falta que tejas una estrategia para salir juntos — Expresó él mirando el cielo y besándome la mano —. Me encantar salir contigo, no me importar el lugar, siempre y cuando estemos juntos, todo estará bien.

— Discúlpame ¿Sí? — Expresé con una sonrisa sincera y cruzando nuestras miradas—. Deseo que me acompañes a este lugar ya que serías tú la persona que destroce y desplace los recuerdos nostálgicos y llantos que tengo acá para ocuparlos con las futuros recuerdos de alegría que tendré contigo.

— Por supuesto, vamos y tomémonos muchas fotos ahí — Replicó él sonriendo—¿Qué significa esta playa para ti?

— A ver … — Tomé un respiro hondo y procedí a responder —. Esta playa ha sido testigo de tantas peripecias amorosas mías como personas la han visitado. Ahora con aquel anillo que me regalaste el cual es un detalle maravilloso para mí, sobre todo, por el lobo que trae en él y el cual tú sabes lo que significa, debido a que probablemente en aquellas conversaciones que tuvimos en la que pude exponer alguna fascinación o secreto mío; tú hábilmente rescataste ese dato para sorprenderme luego. No pude evitar emocionarme tanto con aquel regalo, que solo podía calmarme si estaba abrazado fuertemente a ti.

Esta vez no volví solo a aquella playa donde usualmente siempre mi acompañante fue la nostalgia y el abandono. Volví a aquella playa con alguien al lado, y decir al lado no es poco, ya que prácticamente abusamos del significado de la palabra "al lado", ya que ambos caminando en sandalias, shorts, yo con una camisa azul que compré en Máncora y tu con un bivirí negro que resaltaba tu bronceado, entramos al balneario chocando nuestros brazos y manos de rato en rato, y en ciertos momentos uno abrazaba al otro poniendo su brazo por encima del hombro para que de igual forma, de rato en rato, sutilmente jalará el rostro del otro para robarle un beso en el cabello, en la frente y en la mejilla. Aquella playa donde prometí dibujar el nombre de alguien más al lado del mío, y circunscrito por un corazón fechado, como usualmente lo hacen las parejas primerizas en el amor en los arboles del parque de la exposición o en candados que dejan en el parque del amor en Miraflores. Aquel dibujo que estaría lejos de la orillas del mar con el fin de evitar que las olas lo borren rápidamente y que permanecerá a vista y paciencia de la gente; porque poder zurrarme en las criticas de las personas creo es un precio justo con tal de disfrutar la alegría y el amor que nos brindamos.

— Me gusta estar echado contigo con la arena tibia en la espalda — Expresó con los ojos cerrados.

— Nunca me había quedado tanto tiempo acá, creo que es porque no quiero que al salir cada uno vaya a casa.

— Yo mañana te recogeré para almorzar. ¿Sí?—Expresó el riéndose —. Aunque te noto muy callado, dime en que piensas.

— Está bien te lo diré — Antes de continuar la respuesta lo miré fijamente y agarré sus manos.

Tengo en mente tu sonrisa tímida

Tu ojos pardos que se esconden en tus parpados cuando te ríes después de alguna cosa cursi que menciono

Tu gesto que haces con labios cuando recuestas en mi pecho para cubrirte del frio

Tu cabello color noche y el cafuné que siempre amo hacer con tus rizos.

Tu labios rosados que han explorado gran parte de mi cuerpo

Tu espalda dorada que suelo cubrir con besos antes de dormir

Tu lunar que es el único satélite que tienes en tu abdomen y cual no me canso de besar

Tus manos frías que usualmente adoro abrigar poniéndolas bajo mis axilas, pero rogándote que en ese momento no me hagas cosquillas.

Él se quedo algo consternado sin poder esperarse tal declaración en medio del ocaso

— Hay muchas actitudes que voy empezando amar de ti — Replique rápidamente antes que él pudiera decir algo.

Amo que caminemos y pongas tus manos en mis bolsillos

Amo que siempre que dormimos juntos es inevitable que nuestras manos se busquen y amanezcamos con los dedos entrelazados

Amo que salgamos juntos a pasear y que siempre en la despedirnos cada uno vuelva a casa con la casaca del otro

Amo que nuestros meñiques se entrelacen siempre que estamos juntos sentados uno al otro en cualquier lugar

Amo que cuando tienes una pesadilla me despiertas disruptivamente y te enroscas en mi pecho en posición fetal y me pides no soltarte hasta que vuelvas a dormite, mientras te doy besos tiernos en tu rostro y haciéndote el clásico cafuné en tu cabello para que te tranquilices.

Amo que al comer me permitas darte el primer bocado de comida con mi cuchara como si fueras un niño pequeño.

Amo que siempre me dejes tu perfume impregnado en mi ropa con los tantos abrazos que nos damos

Amo que cuando temprano te levantas siempre me saludas con un beso en la frente

Amo que al estar juntos me escribas tu nombre en la mano o el brazo, haciendo referencia a un tatuaje, con un lapicero desgastado que llevas siempre en tu mochila y que no quieres cambiar por más que te digo que te puedo comprar uno nuevo.

Amo que siempre tengas gomitas en tu mochila y que creamos que cada color nos da un superpoder a ambos y empecemos a batallar como superhéroes de la manera en que solo tú y yo sabemos

Amo que uses mis ropa con la excusa del frio.

Amo que al ver una película entrelacemos nuestras piernas y pies sin tregua a separarnos hasta que la película termine

Amo que si tenemos hambre ambos nos paramos y nos organizamos para comenzar a cocinar juntos, nunca uno solo.

Amo que sepas cual es la prenda de ropa que más me gusta y que si tú usas una de ellas en mi presencia, sí o sí te la quitaré, me la pondré y no te la devolveré.

Amo que me pidas leer en voz alta las obras de amor que con cada libro voy descubriendo

Amo que me pidas sacar postales y fotos de cada momento que estamos juntos.

Amo apagar las luces y echarnos en el suelo escuchando jazz suave con un pequeña luz tenue y dibújenos figuras en el techo con nuestras manos.

Amo bailar canciones lentas de los 80s donde nuestros brazos buscan la cintura y el cuello del otro

Amo grabar tiktoks nostálgicos contigo, lo cual en algún momento de mi vida hubiera rechazado rotundamente hacer.

Amo dedicarte mis poemas, mis escritos y mi amor.

Amo que seas seas mi enamorado.

SilenceAt14